lunes, 19 de enero de 2015

MARÍA LUISA GONZALEZ. COMPOSICIÓN ESCÉNICA Y EL DELIRIO ENTRE FORMA Y CONTENIDO

                                                                                              
Autora: Verónica Farfán Durán
  “La Danza mueve y nos debe conmover”
-María Luisa González

Imagen extraída de la Revista el Apuntador
(disponible en: http://www.elapuntador.net/revista/el-apuntador-n33/memoria/inventariando-la-danza-contempornea/)

Breve reseña bibliográfica y planteamiento del problema
Nació en La Magdalena, un barrio tradicional del Sur de Quito, el 30 de marzo de 1953. La familia de María Luisa González era numerosa (contaba con diez hermanas)  de clase media.  Ella describe a su padre como un hombre muy trabajador, pues debía esforzarse a pulso de trabajo para sostener a su familia. Las limitaciones económicas y de posibilidades no fueron razón de sufrimiento en su niñez, de la cual habla con mucha nostalgia y alegría:
“Muy bella, una familia muy solidaria, muy unida. (…) Teníamos una casa muy grande con patios y con un terreno muy grande donde había plantas, flores, árboles. Esa posibilidad de estar con la naturaleza y de tener un montón de hermanas que siempre jugábamos, esa felicidad (…), ha hecho de mí tener una idea de una niñez en donde no importa no tener la ropa, porque yo tenía que esperar que pasen al menos siete o seis hermanas para que me llegue el uniforme (riendo) (…) Pero eso no tenía tanta importancia teniendo esa sensación de estar siempre jugando y al aire libre” (Gonzáles, 2014)
A muy temprana edad se enamoró de la danza cuando tomaba clases de bailes españoles con una vecina, después ella y sus hermanas ganaron una beca para estudiar folclore con Marcelo Ordoñez en la Casa de la Cultura “Mi hermana mayor estuvo dos o tres meses por decir algo, no recuerdo exactamente. Pero yo desde que entré dije -¡Uy! Ha habido otro mundo” (González, 2014). Cuando iba a “la danza”, solía espiar las clases de ballet que se daban en la CCE, y anhelaba participar de ellas. Al poco tiempo, comenzó a aprender ballet con la Maestra Noralma Vera:
“ella es una mujer muy intelectual, muy exigente, recién había venido de bailar de Francia, de bailar con Alicia Alonso en el ballet de Cuba (…) entonces tenía una idea muy clara de cómo había que profesionalizar y educar (…) era una maravilla para mí. Sin embargo con eso habían más tensiones con mis papás. Hace cuarenta y cinco años (…me cuestionaban…) -¿de qué vas a vivir? -ya dedícate a algo -¡ya deja eso!” (…) ¿Yo qué pensar de qué iba a vivir? Yo estaba viviendo nomás” (González, 2014)
En ese círculo conoce gente que le permiten identificarse con los movimientos de izquierda: “Descubrí en la Casa de la Cultura que había que luchar por algo, que había pensamientos, había ideologías (…) empecé a hacer danzas que también estaban ligadas a lo social, a lo político” (González 2014) y es cuando da a luz una idea fundamental para nuestra reflexión: a través de la danza se puede hablar. “Los años setenta fueron nutrientes, valiosos para forjar en mí el sentido del arte desde la perspectiva creativa, social, política y humana. Todo el auge de cuestionamientos y descubrimientos se daba por los movimientos de intelectuales y artistas dentro y fuera de la Casa de la Cultura” (González en “El Apuntador”)[1].
Su carrera comienza realmente a los diecisiete años, cuando fue invitada por el movimiento de los trabajadores a bailar en el Festival Mundial de la Juventud en la ciudad de Berlín. Esa experiencia la entusiasmó y la impulsó finalmente a dedicarse a la danza seriamente. Fueron muchas las prohibiciones de su padre al respecto sumadas las limitaciones económicas. Está de más decir que tuvo que ser un duro proceso el de aterrizar sus metas como bailarina. En los años setenta también viajó a Cuba, en esta etapa comenzó a descubrir la danza moderna y la danza contemporánea y vio muchas obras que le cautivaron por el resto de su carrera, porque era la época de oro de la danza cubana. “Nuestros pasaportes esa época decían “válidos para cualquier país del mundo excepto Cuba”. (…)  mis papás lloraban decían: -¿Cómo te vas a ir allí? -Ahí matan a los niños, te van a poner un uniforme y te van a llevar a las zafras - no haz de tener qué comer (riendo)” (González, 2014)
La danza le ha permitido encontrar sentidos políticos en su vida, pero también le han acercado a la literatura. Ella es gran admiradora de Pablo Neruda, Ulises Estrella y Pablo Vallejo, escritores que han influenciado mucho en su trabajo creativo.  Al entrar en la Universidad, incluso estudió unos años Pedagogía y Literatura en la Católica, pero luego lo dejó para dedicarse por entero a la danza que consumía todo su tiempo. Incluso dejó un trabajo muy apetecido por cualquiera que por influencias de su hermana consiguió siendo muy joven al salir del colegio, ella pudo ser profesora de danza con nombramiento en el magisterio. Desistió del trabajo porque aunque le gustaba dar clases, lo que más quería en ese momento era ser bailarina. Entonces fue a México para estudiar por su cuenta: “hace cuarenta años no habían becas, ni senescyt, ni IECE, ni nada” (González, 2014).  En aquella época y en ese país estaba de auge la técnica Graham, Maestra a la cual un día pudo saludar en persona. 
Regresada de México impulsó muchos proyectos: entre ellos Comunadanza, dirigida por Ana Miranda. Se acerca al teatro, lo hace con Jaime Bonelli y es este el preámbulo para Mudanzas, la obra que junto a José Vacas define un momento de  su danza y de la danza moderna en Ecuador, funda junto a Santiago Rivadeneira el Centro de Formación Dancística e Investigaciones Teatrales.  Luego vendrá El Frente de Danza Independiente del que también es iniciadora. Cumple con la dirección del Instituto Nacional de Danza y desde hace diez años aproximadamente, dirige la Compañía Nacional de Danza.
María Luisa González “sigue creyendo que la danza tiene mucho sentido para cambiar la vida, y conlleva también un discurso político” (El Apuntador)[2]. Varias ideas y experiencias, y entre ellas su involucramiento con los movimientos de izquierda en su juventud, tuvieron que influir de alguna forma en su idea de composición, entendiéndola como todos los elementos de expresión que van en una obra, y la forma de organizarlos. Me hago preguntas como: ¿De qué manera resolvería la maestra, la escenificación de aquello que le cautivó de los movimientos de izquierda? ¿Qué considera que debe ser dicho y cómo?
La reflexión no va tanto por cómo el arte puede cambiar el mundo o la realidad. Se trata de analizar qué piensa María Luisa González a la hora de crear, y extraer conclusiones en cuanto a la relación entre forma y contenido en su obra.
El cuerpo y la identidad
En una entrevista, le preguntaron cómo considera el estado actual de la danza ecuatoriana, en su respuesta considera que en cuanto a composición hay cosas más interesantes que en cuanto a formación y escuela: “Veo en la danza contemporánea un proceso que ha avanzado, pero pienso que falta todavía, sobre todo, un concepto sólido de formación y una técnica formativa. Sin embargo, en las propuestas se maneja bien el tema del espacio y la simbología.”[3] Pero incluso como herramienta compositiva, la formación de los bailarines es uno de los elementos que más rápidamente capta el ojo del espectador, en ese sentido es coherente preferir una técnica que dé solidez al movimiento de los intérpretes: “Lo que ocurre es que no hay maestros, son coreógrafos más que maestros.” (González, en el Apuntador). Por eso en la Compañía Nacional de Danza la experiencia de bailarín es muy exigente en ese sentido, los intérpretes se ven obligados a pulir y ahondar el manejo y expresión del cuerpo.
Esta preocupación quizá, tiene que ver, entre otros factores, con los inicios de González en la danza y su temprana vocación para la docencia. Cuando estaba en la Escuela de Ballet de la Casa de la Cultura de Quito, cuya maestra fue una inminencia en la historia de la danza ecuatoriana, Noralma Vera, compartía el entusiasmo por lo que aprendía con vecinas y compañeras del colegio. Cada clase la anotaba detalladamente para poder reproducirlas con sus tempranas “alumnas”. Aprovecho para resaltar el hecho de lo importante que es el registro o los diarios de trabajo sobre todo para aquellos que les interese ejercer la docencia.
Con el peligro de apresurarme me arriesgo a deducir que parte fundamental en sus resoluciones compositivas, tiene que ver con la presencia de una disciplina corporal,  bailarines con una evidente formación /escuela de movimiento. Para crear hay que tener una técnica con un grado de racionalidad (capacidad de ser separada, analizada y transmisible) y funcional. Esto vendría a ser a ser forma también. Sin embargo, no se trata de repetir ciegamente los cánones y técnicas establecidas racionalmente por occidente como lo mejor y absoluto:
“Se habla mucho de descolonizar el pensamiento y descolonizar el cuerpo. (…) siempre va a haber una parte lúdica y de placer, para mí bailar es algo que hago con gusto y quiero que el otro también sienta eso. ¿Cómo llego a eso sin que sea en los cánones establecidos? (…) ¿Cómo puedo hacer que sea un trabajo de identidad propia con todo eso? Entonces todo ese cúmulo de técnicas para mí, no es acumular las técnicas para repetirlas, es un gran bagaje para olvidarlas” (Gonzales 2014)
 ¿Cuál sería la relación entre cuerpo y contenido? ¿Cómo estos cuerpos le permiten a la danza hablar?
“Nuestro cuerpo se apropia de una serie de símbolos que están en la vida, en la cotidianidad en la noticia; transformamos nuestra sensibilidad y eso lo transformamos también en otros símbolos, y esos otros símbolos son los que llegan al espectador” (Gonzales, 2014). Esta idea explica claramente porqué se dice que la forma en sí misma tiene contenido, y el contenido tiene una forma: “Si Isadora Duncan se quita las zapatillas de punta y se pone a pie descalzo, esa forma del pie descalzo en el piso tiene un contenido” (Gonzales, 2014), y es que Duncan buscaba una danza más natural y cercana a la gravedad, el pie descalzo no es solo bonito. María Luisa insiste mucho en la frase “forma y contenido van juntos”, y pone de ejemplo que para hablar del desgarramiento humano, no hay como utilizar el ballet, o al menos no de la manera tradicional porque siempre se verá bonito, existen estéticas que podrán dar mejores condiciones a ese contenido.
Entonces, sea la técnica de Marta Graham o el Passing Throuhg de David Zambrano, es necesario que el cuerpo se apropie de ello y no al revés, para que se vea un trabajo técnico, sí, pero que también esté la identidad del bailarín como creador: “Porque hay momentos en que uno está buscando algo y de pronto ¡tun! le sale… eso debe ser la colonización del movimiento, le sale alguna otra cosa que ya está hecha o dicha por un maestro o una técnica, y si queremos buscar desde nosotros mismos, vamos a usar eso pero de otra manera” (Gonzáles , 2014).


La forma rezagada
“Yo digo que un buen discurso, una buena lectura, un buen análisis es más interesante que ver una mala obra”
-María Luisa González
Si en una obra se quiere separar forma de contenido, la obra saldrá mal, y si el contenido se impone en la obra dejando clarísimo un discurso político del coreógrafo que calla al discurso estético, al final de la función se podrá aplaudir a un gran filósofo pero no a un creador escénico, porque la manera de expresarse en danza no es sólo a través de un tema (de hecho hay obras que presiden de este: “En la danza hay un postmodernismo o unas propuestas contemporáneas que no se les acaba de entender bien pero nos puede emocionar, nos puede producir un efecto que permanezca en nosotros más allá de lo que acabo de ver”  (Gonzales, 2014), la danza es esencialmente cuerpos en movimiento, los cuerpos en acción en un espacio y tiempo ya constituyen un hecho político, social y una postura, simplemente por ocupar un lugar.  
Reproducir el pensamiento moral o político del coreógrafo pocas veces resultará interesante para alguien. “Al pasar del tiempo, nos vamos dando cuenta que no se puede hacer un realismo socialista en la danza. Yo digo que un buen discurso, una buena lectura, un buen análisis es más interesante que ver una mala obra” (Gonzales, 2014). Forzar a la obra a hablar de un tema en específico sin que este realmente atraviese el cuerpo de los intérpretes y el impulso creativo del coreógrafo, nos llevaría a un callejón sin salida, porque como dice la maestra Graham, el cuerpo no miente, al contrario, muestra que tan conectado está con todos los demás elementos de la obra. Pero más allá del hecho escénico en sí, que ya sabemos que siempre será un evento con sentido social y posicionamiento sobre algo, ¿cómo se formaría un discurso político en danza sin olvidarnos de bailar? Según la Maestra María Luisa, siendo sensibles.
Yo entiendo a la sensibilidad como la capacidad de escucha y atención a lo que pasa alrededor, así como la disposición y conciencia con la que nos dejamos afectar de eso que sucede. Y como dice María Luisa, es imposible no conmoverse por la situación sistémica actual por ejemplo, como artistas se es más sensible para incorporarlo y luego para compartirlo, yo creo que el oficio del artista es encontrar la mejor forma de decir las cosas. Mientras aquello que se dice sea producido por una necesidad real, siempre ocupará un lugar político: “Yo creo que todo lo que nosotros hagamos desde nuestra honestidad si realmente es el motor de nuestra necesidad de hablar, puede ser una danza de amor y estamos hablando de algo muy político también” (Gonzáles 2014)
La Síntesis y otras preocupaciones
“Un discurso corto con mucha afectividad, mucha honestidad y menos palabras, puede llegar mejor”
-María Luisa González
A la hora de componer existen ciertas cosas que resultan más preocupantes que otras a los coreógrafos, elementos como la precisión, el ritmo, que el tema se entienda, la interpretación, la formación, etc.  El proceso creativo, debe iniciar cuando tenemos ese primer impulso de hacer, y se da porque algo de todo aquello que nos imaginamos, realmente pudo cautivarnos para desear verlo y que otros lo vean. En esta etapa generalmente se dice cosas como: “sería bueno que se hiciera tal cosa”, porque creamos desde nuestra pérdida, como dice Didi-Huberman, o desde aquello que consideramos, hace falta ser visto o dicho en un lenguaje especial. 
Al iniciar este proceso, todas aquellas cosas que saltan constituyen la esencia  y el sentido de la creación. Si se tratara de un marco teórico sería el objeto de investigación, el cual no puede cambiar durante nuestra búsqueda a menos que realmente sea científicamente inevitable. Por tanto, así como un antropólogo entra al campo con una pregunta específica, el creador escénico inicia su proceso con un motor al que hay que ser fiel para no perdernos. María Luisa González lo entiende de la siguiente manera: “Cuando estoy componiendo algo, lo que me quita el sueño siempre es encontrar esa motivación que tengo, que sea más fiel a eso. Cuando quiero hablar de algo específico busco no irme por otro lado y que eso esté allí” (Gonzáles 2014)
Personalmente, he notado que mucha gente del ámbito escénico, se está preocupando más que antes (al momento de componer y también cuando mira danza y teatro) del tiempo en la escena. Veo esto en contextos cercanos como mi grupo de teatro (Barojo), los docentes de la Escuela de Danza-Teatro de la Universidad de Cuenca (en la cátedra de Composición de quinto ciclo, nuestro sílabo está construido en base al ritmo), o incluso en las críticas que uno escucha, se dice de una obra que “estuvo lenta” o que “estuvo acelerada”, “falta que la obra respire”, y otras cosas por el estilo. González se fija mucha que una obra, no sea demasiado larga, por ejemplo.
A María Luisa Gonzales le preocupa que el trabajo que esté montando, sea redondo, tenga una manera adecuada de cerrarse. Esto implica que el tiempo también sea preciso, porque cuando se cierra muy rápido la obra, es probable que el público quede abierto, y por otro lado si se alarga mucho, seguramente se habrán abierto más cosas de las necesarias que también quedaran inconclusas en el espectador. Sin embargo, más que el primer caso, a María Luisa le inquieta más que una obra pueda alargarse mucho, y por eso prefiere obras cortas y contundentes.
Sin embargo hay que ser inteligentes y sensibles para no cortar demasiado, porque también eso puede dejar vacíos. Se trata de un continuo seguimiento entre la esencia del trabajo (el motor que surge al inicio del proceso creativo), y el ritmo escénico que se está generando.  No existe una medida universal para definir cuál es el tiempo que debe tener un montaje, yo creo que eso depende de las necesidades de la obra y del grado de fidelidad a este motor inicial, que sería nuestro cable a tierra: “Cuando comencé a conocer las obras de Pina Bausch también me impresionaba, siempre me parecían un poco largas y al comienzo no entendía por qué tenían que ser tan largas, ese es un poco mi trauma (riendo). Pero después de estudiar y conocer cómo ella pensaba, pues tenía su razón de ser” (González, 2014).
 Conclusión: Lo que nos mueve y nos conmueve
Cuando en general hablamos en artes escénicas, sobre cómo nos involucramos en este mundo, a mi parecer se asemeja mucho a lo que se dice y cómo se dice cuando hablamos del momento en que nos enamoramos por primera vez. Y cuando hablamos del periodo en el que decidimos dedicarnos al arte, parece como si habláramos de la planificación de nuestro matrimonio. En ese sentido, yo me casé con mi primer amor: el teatro.
Utilizo la analogía del enamoramiento porque estos dos puntos tienen algo muy interesante en común, y que menciona con mucha reiteración la Maestra. En estos estados, nos sorprendemos a cada momento, todo nos parece maravilloso, hasta que finalmente algo sucede en nosotros que llegamos a decir “esto es lo que quiero por el resto de mi vida”. Cuando Gónzalez comenzó a descubrir la danza, se sorprendía de cada cosa, que seguramente, ahora vería con más aplomo; por la danza comenzó a viajar, a conocer gente interesante. De cierta forma, aquello que nos lleva a universos que no conocíamos y que quizá, nunca creímos conocer, es lo que nos mueve y conmueve.
Esa capacidad de maravillarnos está intrínsecamente ligada a los delirios de la forma y contenido, quizá habría que comprobarlo con más detenimiento, pero los momentos en que realmente algo me ha llegado a maravillar en una obra de teatro o danza que estoy viendo, es cuando la forma y contenido  no se pueden diferenciar una de la otra, se vuelven como fantasmas que se atraviesan entre sí y atraviesan al público. Lograr esto, es abrir nuevos mundos para el creador y para el espectador, y amar algo es eso: tener la capacidad de maravillarse por el ser o el objeto amado, trabajar para siempre encontrar algo nuevo, porque amamos lo infinito, y si se acaba algún día esa capacidad de entusiasmarnos con algo, entonces no es para siempre.  Como nos dice la Maestra María Luisa, los temas de las obras, pueden repetirse y siempre ser los mismos desde los inicios de la humanidad. Pero el lenguaje, la estética y la forma de tratarlos es infinito.
“Ahora ya a esta edad me gusta disfrutar de todo, es un regalo para mi ir a ver obras de danza y de teatro (…) y no importa si tienen poco nivel, si son estudiantes, principiantes o avanzados. Lo interesante que yo encuentro es ubicar ahí la maravilla de lo que habla Borges. Borges dice que el arte tiene que sorprendernos” (Gonzáles, 2014)







BIBLIOGRAFÍA Y REFERENCIAS
González, M. L. (8 de Noviembre de 2014). Composición: La Forma y el Contenido. (V. Farfán, Entrevistador)
López, M. (Sexta Edición). María Luisa González: una mujer sensible, sencilla y luchadora. Caminemos. Una revista de la mujer Nela Martínez, 16-21.
Referencias en Internet:
González, M. L. (8 de Noviembre de 2014). Composición: La Forma y el Contenido. (V. Farfán, Entrevistador)
Artículos y Textos en Internet:






[1] Disponible en: http://www.elapuntador.net/revista/el-apuntador-n45/memoria/maria-luisa-gonzalez-genoveva-mora-toral/
[2] Ver NOTA 2
[3] Entrevista disponible en: http://www.elapuntador.net/revista/el-apuntador-n33/memoria/inventariando-la-danza-contempornea/



SUSANA REYES. La temática de sus obras enfocada hacia la Cosmovisión Andina.

Autora: Gardenia Muñoz

Nacida en Quito el primero de marzo de1958, bailarina y coreógrafa, realizó sus estudios de ballet y danza moderna en el “Instituto Nacional de Danza de Quito”, en la Escuela de Ballet de la Casa de la Cultura de  Quito, en la “Compañía  Nacional  de Danza” .Estuvo en varios seminarios intensivos con Juan Techera, Loma Burstsall, Silvia, Jaime Jory, Juan Valqui, perfecciona sus conocimientos de danza contemporánea en las Escuelas de Alvm Nikolais,  Joyse Trisler, Alvm Ailey, Lar Lubovich y Jeniffer Muller en Nueva York, en el Ballet Nacional de México, con Gilberto Ruiz Lañe, director del “Instituto de Teatro  y Danza”  de Barcelona. Además, ha realizado diferentes seminarios de teatro, pantomima,  música y máscaras en el Peridance Center, y ha participado en talleres de Teatro con Fredy Rojas, Director del Teatro Pacari deParis, con Enrique Buenaventura del Teatro Experimental de Colombia, con Yolanda del Chiopo, Directora del grupo “Galpón”, con Carlos Michelena y Arístides Vargas del grupo “MalaYerba”, con mimo y máscaras en el grupo  “Bumneschntz”  y con Ramón Díaz del Teatro de Pantomimas de Cuba. En 1979 integró el grupo “Estudio” dirigido por Wilson Pico y José Vacas, en 1981 fundó el grupo “Cenda” y actuó como bailarina y coreógrafa en “Vida y vuelta”,  “María Madrugada”. En 1982 fundó el Grupo Experimental de Danza Contemporánea  “Quebradanza” con Juan del Hierro, fundamentando su acción en la “búsqueda las raíces culturales y la vivencia popular lationaméricana”; y estrenó obras de su autoría: “Agonía de un danzak”, “María Madrugada”, “Lateamérica” e “Imágenes del Sur”. Ha representado al país  en distintas ocasiones desde 1980, participando en el Segundo Encuentro de  Teatro y Danza en México. En 1984 fue  invitada a Nueva York realizando  más de 70 funciones. En 1985 viajó al Festival Latino de Nueva York de Joseph Papp. En 1986 nos representó en el Festival “Latinomaérica Presente” en la ciudad de Bonn, Alemania y continuó su gira por Bélgica y Estados Unidos. En 1984 fue  invitada al OFF Festival de Nueva York, actuando en el Teatro DE LA MAMA,  el  Symphony Space, el Shakespeare Teatre y  en numerosas salas pequeñas y universidades. En 1984-85 fue invitada  a “Barrunto Dancer” de Nueva York donde realizó el montaje de “Danza Misquita” para el grupo “Doanket”. En el Teatro del Taller Latinoamericano estrenó “Encuentro Inminente” como resultado de un encuentro coreográfico entre Susana Reyes  y Ricardo Pozzo. En 1988 participó en el Octavo Festival de Danza Contemporánea en San Luis Potosi (México), en el Octavo Coloquio Internacional de Danza Contemporánea en Monterrey (México), en el Décimo Festival de Teatro en Manizales (Colombia) y en el Segundo Festival Internacional de las Artes en Brasilia organizado por la Casa de la  Cultura Latinoamericana. Colaboró como bailarina en la obra de danza y pantomima “Ayermayá” de Ramón Díaz del Teatro de Pantomimas  de Cuba, quien realizó un memorable taller de teatro en Quito.
Algunos festivales y giras internacionales:
El American Dance Festival en los Estados Unidos (en dos ocasiones).
Festival Internacional de Danza Contemporánea de San Luis Potosí,
México (en cuatro ocasiones).
Festival de Teatro de Manizales, Colombia.
Festival de Solistas Mandapa, Paris, Francia.
Encuentro de Creadores, Navajivan, Venezuela
Festival de la Nueva Danza, Barranquilla, Colombia.
Festival Latino de Joseph Papp de Nueva York (en dos ocasiones).
Festival de Danza-Teatro del Freiestheater, Schwerin, Alemania.
Festival Internacional de Ballet de la Habana, Cuba.
Florida Dance Festival, Miami, USA.
Festival Avant Garde, Mérida, México (en 3 ocasiones).
Festival Mujeres en la Danza, Quito, Ecuador (4ocasiones).
Festival Latinoamérica Presente, Bonn, Alemania.
Festival de Salas Concertadas de Teatro de Cali, Cali, Colombia.
Festival de Teatro de Pasto, Pasto, Colombia.
Festival Antílope, Neuchatel, Chaux de fonds, Suiza
Festival Il gatto chi danza, Ascona, Suiza (2 ocasiones)
Festival Internacional de Teatro de la Habana, Cuba
Gira, Suiza, Italia y Croacia 2007
Gira Corea del Sur y Japón 2008
Gira México 2008, Festival Cervantino Callejero del CLETA, Guanajuato y Acapulco
Gira Bolivia, Egipto, Israel e Italia 2009
Indagar sobre el trabajo artístico de Susana Reyes resulta muy extenso debido a  su  gran trayectoria y también porque existen muchas personas que  han escrito sobre ella. Sin embargo, por medio de ésta investigación se buscará enlazar la temática de sus obras con la Cosmovisión Andina. Primero  voy a exponer breves rasgos a cerca de la Cosmovisión Andina, luego describiré las obras  más importantes de Reyes. Y por último se buscará  enlazar el pensamiento ancestral con la temática y creación en general que la bailarina y compositora utiliza para sus obras.
La  Cosmovisión Andina breves rasgos
 La  Cosmovisión Andina es sinónimo de considerar a la naturaleza como un ser viviente con todo su esplendor, todo su contenido, su forma y belleza son una sola vida que vive, siente, ama  como cualquiera de nosotros. Estamos estrechamente unidos con lo que nos rodea, la Pachamama, nuestra Madre Tierra la que nos provee de alimento y hábitat. Entonces el espacio es la Pacha Mama la Madre Tierra, dentro del conjunto de elementos que forman la comunidad indígena, es vida, lugar sagrado, centro integrador de la vida de la comunidad. En ella vivimos y con ella convivimos, a través de ella se conviven en comunión con nuestros antepasados y en armonía con Dios. Aceptar de manera consiente que todo tiene vida, el volcán, la piedra, el lago, el cóndor, que merece respeto y que no se busca dominarla sino más bien armonizar la convivencia con la naturaleza. A cada elemento o fenómenos se lo consideraba sagrado, un puente hacía lo divino. En nuestra Cosmovisión el concepto de tiempo y del espacio se llama Pacha, según la visión andina el tiempo es circular, un mundo vivo que late al ritmo de los ciclos cósmicos y de los ciclos telúricos y que es el ritmo de la vida, Nuestro “tiempo” por lo tanto es cíclico. En la   Cosmovisión Andina existen   tres dimensiones del mundo: El Uku pacha, que es el Mundo de abajo del centro de la tierra, el Kay Pacha, mundo del presente y de aquí en donde los seres humanos y todo lo existente viven y pasan su vida, y el Hanan Pacha que es el mundo de arriba el mundo superior donde habitaban los dioses como Viracocha, Inti, Mama Quilla y Pachakamak. Vivir la Cosmovisión Andina es vivir una vida equilibrada y Humana. Todo daño que se haga a cualquier ser detiene la evolución. Esta evolución queda grabado en cada una de nuestras células y conciencia, al igual que todos nuestros actos; por ello, nosotros mismos somos los responsables y jueces de nuestros hechos cuando pasamos de un plano a otro.
ASPECTOS PARCIALES DE LA COSMOVISIÓN
De esta Filosofía de vida o Cosmovisión Andina principal u original se han derivado los demás. Ello ocurre cuando se relaciona con los diversos aspectos de nuestra Cultura, como son los lugares, símbolos, costumbres, artes (canto, danza, vestimenta, etc.), alimentación, medicina, etc. a los que muchos tuvieron acceso, pero lo real o integro se ha mantenido intacto. Teniendo la “llave de oro”, puede abrirse la puerta de la Cosmovisión o filosofía Andina, según inclinación, cualidad, aspiración u objetivos del “buscador”. Una vez que tenga acceso debe desarrollarla durante su vida, mostrándolo en su conducta y su moral.
SIGNIFICADO DE LOS SÍMBOLOS EN LA PRÁCTICA DIARIA
1.      EL INTIWATANA: Simboliza la DESICIÓN, que es personal e independiente de todo, es la LUZ que siempre ilumina en presencia de las dificultades o dudas, sea cual fuere. Es necesario desarrollar el discernimiento.
2.      EL INKA PUNKÖ: Simboliza el APRENDER Y PRACTICARLA los nuevos conocimientos, es decir saber y dominarla. Para cruzar esta puerta antes debe haber existido una decisión firme de vencer los obstáculos.
3.      EL QORI INTI: Simboliza la COMPRENSIÓN a sus semejantes, en lo físico, psíquico y mental superior. Lo que le identifica es, cuando acude en ayuda de su semejante en los tres planos. Es la primera materialización n de la Unidad.
4.      LA CHAKANA: Simboliza el SERVICIO, es la práctica completa de las 4 normas: AMA QELLA (sé laborioso), AMA SUWA (sé honesto), AMA LLULLA (sé veraz) y AMA HAP’A (sé fiel y leal). Estas normas permiten que sin limitación se realice el servicio impersonal a todos los seres vivos.
Dentro de la simbología existe el quinto y el sexto nivel que son más internos, es decir corresponden al conocimiento de sí mismo en su forma objetiva y subjetiva, en lo físico, psíquico y vibratorio; siendo indispensable la Unidad con su complemento.
EL UNANCHA: Simboliza el haber alcanzado el dominio sobre sus pasiones, sentimientos, apegos, emociones, deficiencias físicas y psíquicas, así como haber desarrollado las facultades superiores a la par de un Gobernante o Inka. Es Gobernarse a sí mismo y gobernar a la naturaleza viviendo según las normas. Le caracteriza la PUREZA y la VERDAD.
Los símbolos andinos indican una vida bien organizada al servicio de otros, y no de uno mismo ni sus intereses particulares. Es la UNIDAD.
Susana Reyes  Obras Destacadas:
Obra  Sumka  - La mujer recordada
Esta obra dancística, a cargo de la coreógrafa y bailarina Susana Reyes, explora el arte contemporáneo, que afincado en la danza Butoh, se arraiga y crea su identidad en las raíces de la cultura andina. “Es un impactante acontecimiento dancístico que emerge de las profundidades de la memoria para evocar el eminente retorno de la mujer a su condición sagrada que ha olvidado. Tomando como cause los ritos femeninos sostenidos en la cultura andina y otras culturas primigenias, y desde una poética de símbolos, imágenes y sensaciones esta obra plasma el devenir de la mujer como una travesía que va desde su atávica historia de pesos, imposiciones y yugos, hasta la recuperación de su esencia, su libertad y su plenitud”, explica Susana al referirse a la obra que se presentará como homenaje a las mujeres en su día.
“Mantos”
Creada en Quito en 1985 con coreografía e interpretación de Susana Reyes, música e interpretación de Moti Deeren, diseño de Vestuario de la bailarina. El argumento nos cuenta una historia particular  que por sus características extiende  su horizonte al continente latinoamericano, es la historia de la mujer y sus diferentes sentimientos de amor, tristeza, ternura,  desesperanza, soledad, frustración. Pero no es una mujer abstracta, es la mujer campesina, la que labra la tierra cargando a la espalda sus niños, la que siembra y cosecha todos los frutos de la tierra. Particularmente, esta obra se vuelve rica por el simbolismo que desempeña el “mantochai” que ella lleva. La resguarda del frío, o es la interminable sábana que lava diariamente, con ella hamaquea a su niño, es el lecho para prodigarse minutos de amor, es la tumba de sus seres queridos, el viento que recoge sus esperanzas y la envuelven en sus sentimientos de libertad o es el manto de la noche del páramo que se extiende sobre su cabello.

“Cantuña”
Estrenada en Quito  en 1986, la coreografía fue ejecutada por Susana Reyes,  con música de  Moti Deeren. Los vestuarios los diseñó  la bailarina. Esta obra, está creada a partir del poema “Cantuña en la Plaza” de Ulises Estrella, revive una antigua leyenda  sobre el indio Cantuña, quien se vio obligado a pactar con el demonio la entrega de su alma, a cambio de que éste le ayudara a construir la plaza de la iglesia de  San Francisco de Quito, salvándose de entregar su alma, pues a la plaza le faltó una piedra. En el vacío que está por llenarse con la plena realización que el indio haga de sí mismo, reivindicando su pasado y futuro con dignidad. Se reconstruye la antigua desdicha de la colonización, los efectos desgarrantes en el indígena, el doloroso proceso violento que vivieron nuestros antepasados.

Es muy interesante conocer el trabajo que Susana Reyes ha estado incursionando a  lo largo de estas cuatro décadas debido a que el contenido de sus obras cuenta con la característica de la originalidad en busca de un lenguaje propio. En cada una de ellas impregna su sello personal que es  el de la conexión con la naturaleza y vivencias reales. Afirma que las composiciones están inspiradas a partir del sonido de una guitarra y su voz que le va dando el toque de misticismo y originalidad. El hecho de no trabajar sólo si no con una visión de un músico le permite ampliar la escencia de sus obras. El vestuario por su parte cumple un eje primordial para encontrar un significado a los relatos, composiciones. Pues bien, el motivo por el que se ha encontrado similitud con la Cosmovisión Andina es porque por medio de su danza ella busca estar en armonía con su cuerpo y la naturaleza. Cada elemento que constituye la escenografía cuenta con vida propia al ser ésta del entorno natural. Respeta, ama y siente las rosas, el agua, la tierra, etc.; con la que cuenta  sus coreografías.
El simbolismo escondido en cada partitura de movimiento envuelve al espectador en un ambiente propio  y tranquilo. Los poemas que Susana Reyes relata en algunos momentos de sus composiciones expresan el profundo sentir con el que han  sido creados  y motivados. La libertad para desplegar las alas y volar hacia un lenguaje no cotidiano,  es lo que le hace diferente, al no cumplir con los requisitos de representar si no de estar presente y vivirla plenamente.

En una  entrevista con el  Diario el Apuntador, Susana Reyes afirma: “Solo desde mi propia identidad y mi raíz podría proyectarme a un arte contemporáneo universal. Construir un lenguaje me ha significado grandes renunciamientos y férreas fidelidades. No sé el momento exacto en que se empieza a visibilizar mi lenguaje, lo que sí es un hecho innegable es que desde 1991, a partir de mi encuentro con la danza butoh del Japón de la post guerra mis intuiciones se reafirman como certezas y abro una puerta importantísima en la consolidación de mi lenguaje. La danza butoh, más allá de una técnica a adquirir, como un elemento externo, es una búsqueda profunda y rigurosa en el propio interior, es una postura ante la vida y la danza. En ella encontré puntos de convergencia con la cosmogonía andina y desde ese encuentro he planteado la danza butoh de los andes, la misma que no es una meta si no un escalón en mi permanente búsqueda de un arte total, digno, humano y auténtico”
Y es desde esa búsqueda interna donde ella basa sus creaciones. Justo como nos dice la Cosmovisión Andina, que el conocimiento del ser interior nos permitirá abrir nuestra mente y corazón.
Videos:
SUSANA REYES DANZA YAKU SAMAI DEMO
SUSANA REYES DANZA MEMORIAS DE ARCILLA













Bibliografía:
Nariño, Susana. “Danza  Historia” : Notas sobre el Ballet y la Danza Contemporánea en el Ecuador”
“SUSANA REYES”. Instituto Superior Tecnológico  de Artes del Ecuador. Web. 19 ener. 2015 http://www.itae.edu.ec/component/k2/item/311-7nov-susana-reyes.html
“Susana Reyes, La danza Butoh de los Andes”. Casa de la Danza.  Web. 19 ener. 2015 http://www.casadeladanza.org/html/susana_reyes.html
“Mujeres Creadoras: su obra, su vida”. Fundación GAMMA. Web. 19 ener. 2015 http://gammaecuador.org/article/mujeres-creadoras-su-obra-su-vida-11/


Gabriela Pagliaricci y Classique

Autora: Synnove Urgilez Maldonado

Elegir un personaje de la danza ecuatoriana no es tarea sencilla, a pesar de la cantidad de gente de la danza en nuestro país, es importante hablar de gente que ha trascendido en este ámbito y que ha sido precursora de muchas puertas abiertas para la fomentación del movimiento corporal a través de la danza, gente que por momentos olvidamos que son a quienes debemos lo que es hoy el mundo de la danza en nuestro país. La creación de un tipo específico de formación en la danza, de espacios en los que se conjuga el movimiento y la disciplina, son clave para introducir al personaje de quien he decidido hablar durante este texto. Quién además de haber sido mi primera maestra, ha creado el espacio más grande para la danza en la ciudad de Cuenca actualmente, y sin lugar a duda debido a su esfuerzo y entrega a su más grande pasión ha sido responsable de que muchas niñas durante más de veinte años generen los más sinceros encuentros con la danza clásica y desarrollen importantes destrezas en esta y otras técnicas de danza.

Gabriela Pagliaricci, nacida en el barrio Flores de Buenos Aires C.F, Argentina, en Noviembre del año 1963, dentro de una pequeña familia compuesta por sus padres y su hermano mayor, a los cinco años de edad por una fabulosa casualidad se encuentra con el mundo de la danza, mientras caminaba por su barrio de la mano de su madre Martha, quién al mirar un afiche de una escuela de danza decide inscribir a su hija. Gabriela comenzó a tomar clases en la Escuela Superior de Danza, empezó con danza clásica pero al siguiente año de ingresada se inscribió también en un profesorado en danza española.

Durante nueve años estudió un programa técnico por año, para aprobar cada programa rendía exámenes, y una presentación en la culminación del ciclo conjuntamente con todo el alumnado de la academia en la que se presentaban muchos tipos de danza por ejemplo: jazz, tap, española, danza moderna y demás.

Sus clases de ballet clásico eran impartidas por bailarinas profesionales de la Escuela Superior de Danza, y las danzas españolas por una de las integrantes de hermanos Pericet, famosa saga familiar de bailarines Sevillanos, en danza española. Muchas de sus maestras con los años fueron dejando la academia y comenzaron a formar parte de cuerpos de danza en el exterior; Gabriela por su parte después de haber culminado sus nueve años de estudios de danza comenzó a tomar clases fuera de la Escuela Superior de Danza, en otros institutos en Buenos Aires paralelamente, entre sus más destacados y recomendados maestros están, el ruso Wasil Tupin, Profesor de danza graduado en la “Fédération Française de Danse Classique et Contemporain” de París; la chilena Mirta Furioso, y el argentino Ricardo Rivas, quién actualmente sigue impartiendo clases en la “Escuela de danzas Julio Bocca”. Debido a su participación en las clases con estos maestros, recibió varias invitaciones a presentarse en funciones independientes.

“[…] De las clases fuera, lo que mas me gustaba y me inspiraba era ver a las primeras bailarinas del Teatro Colón […]”
(Pagliaricci, 2014)

Durante una entrevista, pregunté a Gabriela sobre sus influencias y fuentes de inspiración para seguir estudiando este arte, y me comentó que en el tiempo que tomó sus clases con los maestros fuera del Estudio, tenía compañeras bailarinas profesionales del Teatro Colón y distintas compañías, agregó también que siempre la maravilló la manera en que dichas bailarinas adicionaban expresión y detalles a los pasos que dictaba el profesor.

Desde sus 18 años de edad, graduada del colegio Inglés al que acudía con su hermano, ingreso a estudiar Bioquímica en la Universidad, una carrera de 6 años, durante los cuales se dedicó a impartir clases de danza y tomar sus clases paralelamente, durante este tiempo aprendió también técnica de danzas jazz.

Un giro a su vida se dió cuando conoció a Ricardo Ordoñez, su actual marido, quien la acompañaba siempre en sus presentaciones ella lo recuerda con mucho cariño, “Mi primer espectador hasta el día de hoy…” (Pagliaricci, 2014) Contrajeron matrimonio y vivieron durante un año en Argentina, pero no pasó más tiempo y juntos decidieron tomar un camino nuevo lejos de sus hogares, viajaron hacia Francia. Durante dos años Ricardo y Gabriela vivieron en este país, en donde ambos tuvieron oportunidad de acudir a los Hospitales y seguir con sus estudios, él en medicina y ella en bioquímica y microbiología; pero durante este tiempo también tuvieron la oportunidad de ir mucho al teatro, debido a que Ricardo era médico tenía entrada a ciertas obras para hacer guardia médica durante éstas, situación que Gabriela aprovechó para acompañar a Ricardo y presenciar todo tipo de obras de teatro y danza, entre ellas obras de Moliere, Shakespeare y varias de ballet.

Debido a que Ricardo es cuencano, juntos y con su hijo Matías decidieron ir a Cuenca después de estos dos años en Francia, para erradicarse en esta ciudad. A su llegada Gabriela pensaba empezar a ejercer su profesión, pero como motivo de apoyo hacia su marido y sus inicios laborales en la ciudad decidió esperar, mientras tanto debido al impulso de sus cuñadas, nos cuenta, decidió arreglar la sala de su casa en “Las Pencas” con espejos, y barras, mando a traer sus cassettes de música desde su ciudad natal y empezó a impartir clases de danza a niñas del barrio. Para finalizar ese primer año de clases su creciente cantidad de alumnas (20 niñas), a modo de ejemplificar los conocimientos, realizaron una presentación en una sala de administración del Supermaxi de la Av. De las Américas; para su sorpresa mucha gente que había acudido estaba contenta, lo que la estimulo para seguir progresando. Durante los próximos años se creó el “Estudio de Ballet Classique” ya como tal, y Gabriela como directora, y su fiel alumnado, se mudó por algunos locales de la ciudad hasta tener hoy 23 años de funcionamiento y más de 400 alumnas.

Una de las personas que ha influenciado en la vida tanto personal como profesional de Gabriela Pagliaricci ha sido “la bailarina de los pies descalzos” Osmara de León, a quien conoció durante unas clases que impartía un bailarín Ruso en la ciudad, durante la cual las dos se dieron tiempo para conocerse y empezar una amistad de muchos años. Sus encuentros eran siempre llenos de mucha conversación, Osmara siempre contando sus anécdotas y vivencias, para Gabriela un gran ejemplo a seguir, debido a todo lo que este personaje de la danza vivió en nuestra ciudad por su amor a la danza, fue en contra de las reglas sociales hasta ser la fundadora y principal maestra de la danza en el Conservatorio de Música y Danza en Cuenca, en donde impartió clases hasta sus últimos días de vida.
 “Era una persona que se alegraba muchísimo por el éxito de los demás”
 (Pagliaricci, 2014)
Osmara siempre aconsejaba a Gabriela sobre como llevar el Estudio de Danza, los cuales nos cuenta, que le han servido para sacar adelante su Estudio.

ESTUDIO DE BALLET CLASSIQUE

Empezó su surgimiento en la sala de conferencias “San Vicente de Paúl” en la Av. 12 de Abril, y las presentaciones anuales del alumnado se daban lugar en el Auditorio de la Universidad del Azuay. Posteriormente el Local se mudo a un edificio en el redondel de la Av. Solano, en donde estuvo durante muchos años, y a continuación se trasladó a un local de arriendo igualmente en la calle Remigio Tamariz y Federico Proaño.
El primer local propio donde tuvo lugar el Estudio estaba ubicado en la calle Remigio Tamariz y Agustín Cueva, el cuál estaba adecuado con todas las necesidades de un espacio para impartir y aprender danza dentro de la ciudad, tenía 4 salones, vestuario, baños y bar, Gabriela pensó que se iba a quedar en este espacio, pero el tiempo ahí resultó menos del esperado debido a que el alumnado no ha dejado de crecer. Este es el inicio de su ahora muy reconocido “Estudio de Ballet Classique” que está actualmente ubicado en la Agustín Cueva y que consta de 7 salones con piso especial (linolio en las salas de ballet), baños, secretaría, vestuarios, espacios comunes para las profesoras y para los padres de familia.
La demanda de alumnado no solamente ha generado un crecimiento espacial del Estudio, si no también en la importancia de la técnica o varias técnicas que se imparten, para lo cuál he decidido dedicarle un fragmento de este texto: la pedagogía.

Durante todo el tiempo que Gabriela Pagliaricci ha dictado clases de danza, se ha basado en los niveles de conocimiento que ella realizó durante su vida estudiantil en la danza, este sistema pedagógico está basado en nueve niveles de enseñanza:
4 y 5 años iniciación, que es un nivel en el que se estimula a las niñas para próximamente realizar estudios en danza clásica, y desde los 6 años empiezan en primer año, hasta culminar en noveno año con la presentación de con el recibimiento de un certificado de haber cursado estudios en Danza Clásica y elongación. Existen grupos aleatorios también, es decir que se recibe a niñas o señoritas de todas las edades que no hayan hecho danza y cursan años intensivos para igualar sus conocimientos. Antes de cada ciclo lectivo se entrega a las profesoras de cada año, quienes a través de sus conocimientos generan un plan mensual de cómo se llevarán a cabo las clases y el material que se debe enseñar, de igual manera existe un estudio constante de lo que ha funcionado durante el año y lo que no. Basada también en un taller impartido en Cuenca de un maestro del American Ballet Teather, sobre pedagogía, quién por sus experiencias de vida ha desarrollado un sistema de pedagogía de la danza clásica de una manera dinámica y funcional, además de todo el material bibliográfico que estudian constantemente las maestras del Estudio. Lo importante de la enseñanza para las niñas alumnas de la academia es que la técnica sea impartida de una manera didáctica y sobre todo divertida, sabiendo que la mayoría de niñas buscan en la academia privada un lugar de dispersamiento de sus actividades diarias sin dejar de lado la disciplina y el rigor de la danza clásica y técnicas de danza que se imparten.
Para el Estudio es importante que los padres de familia confíen en la seriedad para llevar el trabajo, de las maestras de sus hijas, también de las innovaciones y actualizaciones que realice el profesorado, es por esto que Gabriela y sus maestras asisten a cursos y talleres impartidos tanto en la ciudad de Cuenca como en el extranjero, especialmente en su país natal Argentina, donde muchas de las profesoras han tenido la oportunidad de asistir a importantes clases con Maestros de la danza Argentinos, en escuelas de re nombre como la Escuela de Julio Bocca, en donde van a perfeccionar sus conocimientos.
Parte importante dentro de la enseñanza en Estudio de Ballet Classique, es que anualmente se realizan exámenes de aptitudes según el año cursado, desde primer año de estudios, en los que las alumnas rinden una clase de danza clásica y otra de elongación en donde las maestras califican su participación, su entusiasmo a la hora de aprender y sobre todo el nivel técnico que adquieren las niñas. Desde 7mo año se rinden exámenes teóricos sobre materia bibliográfica que se imparte desde este año y también sobre el aprendizaje de la técnica como nombres de pasos y combinaciones, y en noveno año se hace la entrega de una Monografía realizada por cada alumna que se gradúa como modo de culminación con sus estudios.

Como manera de compromiso con el alumnado y forma de satisfacción por los estudios anuales y el esfuerzo, se realizan presentaciones a fin de año lectivo en la que tienen la oportunidad de participar. La recaudación de estas funciones es donada a fundaciones de caridad como “Fe y Alegría” y Solca.
La creación de estas obras se basa principalmente en los conocimientos adquiridos por el alumnado, y cada curso participa en una coreografía de acuerdo a la temática de la obra, que muchas veces son cuentos, o historias contadas a través de la danza. El proceso creativo de las obras empieza desde la elaboración de ideas 6 meses antes de la fecha, una vez definido, se asignan personajes y músicas por otro lado el diseño de vestuario, y finalmente las coreografías basadas en la cantidad de niñas por grupo, es por esto la importancia de la participación durante todo el año lectivo del alumnado; también se fijan temas como el de la escenografía, grabación de la narración del cuento, afiches publicitarios, ensayos, días de funciones y más.

Dentro de las aspiraciones de las bailarinas del Estudio de Ballet Classique, existe la posibilidad de pasar a conformar el grupo profesional IL BALLETO, que nació de una sugerencia de la relacionadora pública del Estudio quién con Gabriela plantearon que toda alumna que se gradúa de los nueves años de estudios y tiene las condiciones de tiempo y aptitudes, puede pasar a integrar el grupo profesional que hasta la actualidad ha participado varias veces en espacios como el Festival de la Lira, contratos a nivel del Municipio de Cuenca, obras de caridad, en presentaciones fuera de la ciudad en Quito dentro de un congreso de medicina, en Guayaquil en el Teatro Centro de Arte, y que año a año sigue preparándose y generando disponibilidad para contratos.

Durante el crecimiento del Estudio de Ballet Classique, no solamente se ha consolidado una historia y una pedagogía de la danza si no también se ha construido un eje comercial y de imagen que han sido parte del éxito de este espacio. En sus inicios Gabriela recibía un avance en sucres por la enseñanza durante pocas horas de clase a un numero reducido de niñas, este rubro ha ido incrementándose para suplir con las necesidades que se generaron año tras año como lo he mencionado anteriormente, la academia brinda seguro médico a todas sus maestras, secretarias y cuenta con un equipo de gente que trabaja para facilitar la atención y satisfacción de sus clientes. Hoy en día el costo por año lectivo depende del número de clases que se cursen, si es inicialmente el profesorado de danza clásica se incluirá la clase de elongación a partir del primer año dentro de la pensión mensual, pero si se desea simultáneamente es posible tomar clases de las otras técnicas disponibles Hip – Hop y Danza Contemporánea, las cuales tienen un bajo costo extra para el alumnado, o también se puede elegir únicamente entre estas dos técnicas de danza y el costo dependerá de la carga horaria.
Debido a que las áreas de Hip - hop y Danza Contemporánea son cursos aparte del profesorado en danza clásica que ofrece Classique el importe es menor, por lo tanto las profesoras de estas clases son las responsables de administrar el cobro de matriculas y mensuales, y de igual manera el pago de un porcentaje por el uso del espacio y facilidades. Las profesoras también tienen la libertad de enseñanza y pedagogía en estas áreas por lo que son personas que han estudiado estas técnicas e imparten responsablemente la enseñanza, siempre teniendo en cuenta el cuidado del cuerpo de sus alumnas y el entretenimiento que significa compartir técnicas de danza a niñas y señoritas. En los años de existencia de Classique han existido otras técnicas que se han impartido en el espacio, como Zumba, Pilates, Artes Marciales, Bailoterapia, por lo que el Estudio está abierto a recibir maestros de todo tipo de técnica corporal interesado en impartir clases en horarios disponibles con un costo mínimo por el uso del espacio.

Por otro lado, Classique maneja un factor que ha hecho de este un lugar distinguido entre los espacios de danza en cuenca, es la importancia de la imagen. En el estudio todas las niñas llevan uniforme, con el propósito de facilitar su asistencia y permitir a las profesoras corregir las posiciones corporales teniendo visibilidad en el cuerpo de las niñas, como lo ha propuesto el ballet desde sus inicios, en las técnicas fuera de la clásica también se ha incluido la modalidad del uso del uniforme para que todas puedan asistir cómodas a sus clases. Dentro de la imagen que Classique ha manejado, se incluye el uso de una página web durante algunos años, y desde hace dos años una página de Facebook en la que se publican las noticias del estudio, las fotos del alumnado e información general para el público, Pagliaricci nos ha comentado que ha sido de mucha ayuda poder tener este contacto y alcance con la gente que encuentra a Classique por internet, pero que la manera más satisfactoria de alcance ha sido la experiencia de conocer el espacio. Siempre se está recibiendo gente nueva interesada debido a las anécdotas de los padres de familia y alumnas que forman parte del estudio.

Por este motivo Gabriela Pagliaricci en nombre de su estudio, siempre invita a los interesados en el arte y la danza a que se acerquen a  este importante espacio en Cuenca donde se  garantiza el aprendizaje de sus alumnas y la calidad de trabajo que se ha mantenido durante los 23 años de Classique.


Para cerrar este acercamiento a la influencia de Gabriela Pgliaricci y su estudio, en la danza cuencana y ecuatoriana, es grato compartirles imágenes del espacio y los contactos, para que se pueda palpar con cercanía el legado que ha construido este espacio y este personaje de la danza en nuestro país.

                                          Gabriela Pagliaricci - 2014

Graduación Promoción 2007 

Salón Ballet - Classique 2014 



Pasillo Classique - 2014 

Programas por Año, Tesis y Título 






BIBLIOGRAFÍA

Entrevista personal – Gabriela Pagliaricci – Noviembre y Diciembre de 2014

FUENTE Imágenes: El estudio (Synnove Urgilez Maldonado – Juana Aguilera)